Las beneficiarias de Huellas que Trascienden son mujeres marginadas de comunidades indígenas tseltales y tsotsiles de la región de Los Altos de Chiapas.
El 50% no tiene estudios o solo primarios, el 50% no lee ni habla español, el 85% no tiene ahorros y ganan promedio 6 pesos por hora.
A nivel nacional el estado de Chiapas ocupa el último lugar en ingresos promedios (Encuesta 2016, INEGI). En 2015, 50.28% de la población de Chiapas vivió en el área rural (CEIEG) y 29.34% habló una lengua indígena (INEGI).
Estas barreras hacen que les sea muy difícil acceder a créditos o bien emprender sus negocios para ganarse la vida.
Huellas que Trascienden trabaja en potenciar sus talentos y habilidades dando oportunidades para crear y transformar la vida de quienes se comprometen a crear un futuro mejor.
Promovemos la venta justa para que los ingresos por las prendas producidas puedan ser administrados de una forma eficiente ayudándolas que puedan administrar su propia economía.
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